En la actualidad, muchas personas y autónomos se enfrentan a dificultades económicas que les impiden hacer frente a sus obligaciones financieras. La Ley de Segunda Oportunidad se presenta como un mecanismo legal que permite a aquellos que cumplen ciertos requisitos cancelar o reestructurar sus deudas, brindando una posibilidad real de recuperación económica. A continuación, analizaremos en detalle quién puede beneficiarse de esta normativa y cómo puede iniciar el proceso para acogerse a ella.
La Ley de Segunda Oportunidad: un respiro para los endeudados
Esta ley, vigente en España desde 2015 y con mejoras en 2025, está diseñada para ayudar a personas físicas y autónomos a liberarse de sus deudas cuando ya no pueden hacerles frente. Su principal objetivo es evitar que quienes han sufrido un revés económico queden atrapados de por vida en una situación de insolvencia.
Requisitos generales para acogerse a la ley
No todo el mundo puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, pero los requisitos son bastante accesibles. Estos son los principales:
1. Ser una persona física o autónomo
A diferencia de otros mecanismos legales que solo benefician a empresas, esta ley está pensada para personas comunes y autónomos que han acumulado deudas y no pueden afrontarlas.
2. Ser insolvente de buena fe
Esto significa que:
- No ha generado deudas de manera fraudulenta ni ocultado bienes para evitar el pago.
- No se ha endeudado con la intención de no pagar.
3. No tener antecedentes penales por delitos económicos.
Como robo, hurto, fraude o blanqueo de capitales, en los últimos diez años, salvo que se hayan cumplido todas las responsabilidades
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¿Quiénes son los principales beneficiarios?
Trabajadores y familias sobreendeudadas
Muchas familias han recurrido a créditos para cubrir necesidades básicas y, con el tiempo, han acumulado una deuda imposible de pagar. Esta ley les permite salir de la situación sin perderlo todo.
Desempleados
Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad no es necesario disponer de nómina ni de ingresos.
Autónomos y pequeños empresarios
Los autónomos son uno de los colectivos más afectados por la insolvencia. Si su negocio fracasó y ha quedado con deudas personales por haber avalado préstamos o impagos de proveedores, esta ley puede ser la solución.
Avalistas de deudas ajenas
Si ha avalado un préstamo que el titular no pudo pagar y ahora le exigen la deuda, podría acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad si cumple con los requisitos.
Personas que han sufrido imprevistos graves
A veces, las deudas no se generan por mala gestión, sino por situaciones inesperadas como despidos, enfermedades o divorcios. Si ha llegado a la insolvencia por estas razones, esta ley puede ayudarle.

¿Qué deudas se pueden cancelar?
La exoneración del pasivo insatisfecho (EPI) permite eliminar gran parte de las deudas, como:
- Préstamos personales.
- Deudas con tarjetas de crédito.
- Microcréditos.
- Deudas con proveedores y acreedores privados.
- Parte de las deudas con Hacienda y la Seguridad Social (con ciertos límites).
Sin embargo, hay deudas que no se pueden cancelar, como:
- Multas y sanciones administrativas.
- Deudas por pensiones de alimentos.
- Indemnizaciones por delitos.
El proceso puede parecer complejo pero con la ayuda de un abogado especializado, como nuestro especialista en la Ley de Segunda Oportunidad, D. Manuel Carrasco Martínez, abogado colegiado 12.650 ICAS, se vuelve mucho más fácil. En Carrasco Somoano Abogados contamos con amplia experiencia en la Ley de Segunda Oportunidad, guiando a nuestros clientes en cada paso para asegurar el mejor resultado posible.

Si se siente atrapado por las deudas y cree que no hay salida, la Ley de Segunda Oportunidad puede ser el camino para liberarse. Cumplir con los requisitos y contar con el apoyo de expertos marcará la diferencia para empezar de nuevo sin la carga del pasado.
No permita que las deudas te impidan avanzar. Contacte con nosotros y déjese asesorar por profesionales que realmente pueden hacer que esta segunda oportunidad sea una realidad.